Será a principios de siglo XX cuando aparecen los primeros “champanes” gallegos, elaborados según el método champenoise, alcanzaron cierto éxito entre las clases acomodadas de la época. Sin embargo, a finales de la década de los 80, se intenta recuperar esta elaboración tradicional con poco éxito.
El nuevo milenio va acompañado de la incorporación de un joven y brillante enólogo, y el inicio del relevo generacional en la dirección de la bodega, propiciando el despertar de inquietudes respecto a las posibilidades de vinificación de la uva albariño.
Bodegas Pablo Padín es pionera en la elaboración de un albariño BRUT, al fusionar el mèthode traditionnelle de los grandes Champagne franceses o los Cava españoles, con todo el potencial de la uva del Valle del Salnés.